jueves, 24 de octubre de 2013

Rana en un charco de patatas

Hacía tiempo que no dejaba algún plato aquí en forma de palabras y como mucho alguna imagen al uso. Así que me parece un precioso día para dar cuenta de uno al que he llamado 'Rana en un charco de patatas'.  La cosa se me ocurrió por casualidad y por casualidad ayer pasé por la tienda donde venden carne. Quería comprar un trocito para la cena y pedí carne para guisar. La señora que despachaba, me habló de las virtudes de la 'guitarra', a lo que le siguieron las mías, –que bien suena eso. Al parecer y por lo que pude ver, la forma alargada le debió recordar a quien pusiera ese nombre, al bello instrumento de cuerda. Finalmente me decanté por otra pieza que anteriormente había probado: la rana. Le pedí a la señora, con indicaciones del calibre de mi pulgar e índice de la mano izquierda, que un trozo así. Ella, le pareció insuficiente, etcétera y hube de corregir su medida antes de que su afilado aparato de un tajo lo hiciera irreparable. A ese poco en opinión de la carnicera, salió al paso en mi ayuda una amable señora, dejando el tema zanjado con –'a eso le añades unas patatas y ...'
Puesta la pequeña rana en el frigo, me puse a cortar cebolla y la eché un poco de aceite de oliva. Después le añadí especias varias. Pimienta un poco. Un trocito rallado de nuez moscada y finalmente una hoja de laurel. Esto una vez que estaba a punto, introduje la carne y rehogué  unos minutos hasta que finalmente vertí un poco de agua y tapé la cazuela. Allí estuvo la pobre más de dos horas a fuego lento. Por suerte la cebolla y los puntitos de las especias le acompañaban en ese baile de burbujas. Esto dicho a si, puede parecer raro, pero si se observa con detenimiento la acción del guiso puede dar lugar a este tipo de impresiones. Llegó el momento de la patata, que la señora sabía a ciencia cierta del éxito del plato. Las corté en rodajas no muy grandes, como en panadera, y dado que la rana estaba en el medio de la especiada charca de caldo y cebolla, dispuse las patatas al rededor de la rana como nenúfares en un estanque. Así con otro minutos la cosa quedó deliciosa.