lunes, 19 de enero de 2015

el Té de mi abuela Carmen

Madre mía, ha pasado más de un año desde que anotara con palabras algo aquí, en mi cocina. Ausencia esta, vaya a usted a saber, que me anima el recién estrenado dos mil quince, para dejar una nueva entrada. En esta ocasión, será una infusión. El té que cultivaba mi abuela Carmen en su andaluz patio castellano y que recuerdo ese color, aroma y sabor como cuando apenas tenía 10 años. Sin lugar a dudas fue un bonito momento tomarlo mientras pensaba en ella. Esto ha sido como redescubrir la planta, después de más de 40 años y,  que amablemente me dio una amiga que la cultiva su madre. Desde el año pasado tuve unas plantas que fueron propagándose y que este otoño pude recolectar unas cuantas hojas. Después de secarlas en la oscuridad del taller, llegó el día de preparar una infusión y esta toma, nunca mejor dicho, da buena fe de ello. Salud!
el té de mi abuela Carmen . bidens aurea 

jueves, 24 de octubre de 2013

Rana en un charco de patatas

Hacía tiempo que no dejaba algún plato aquí en forma de palabras y como mucho alguna imagen al uso. Así que me parece un precioso día para dar cuenta de uno al que he llamado 'Rana en un charco de patatas'.  La cosa se me ocurrió por casualidad y por casualidad ayer pasé por la tienda donde venden carne. Quería comprar un trocito para la cena y pedí carne para guisar. La señora que despachaba, me habló de las virtudes de la 'guitarra', a lo que le siguieron las mías, –que bien suena eso. Al parecer y por lo que pude ver, la forma alargada le debió recordar a quien pusiera ese nombre, al bello instrumento de cuerda. Finalmente me decanté por otra pieza que anteriormente había probado: la rana. Le pedí a la señora, con indicaciones del calibre de mi pulgar e índice de la mano izquierda, que un trozo así. Ella, le pareció insuficiente, etcétera y hube de corregir su medida antes de que su afilado aparato de un tajo lo hiciera irreparable. A ese poco en opinión de la carnicera, salió al paso en mi ayuda una amable señora, dejando el tema zanjado con –'a eso le añades unas patatas y ...'
Puesta la pequeña rana en el frigo, me puse a cortar cebolla y la eché un poco de aceite de oliva. Después le añadí especias varias. Pimienta un poco. Un trocito rallado de nuez moscada y finalmente una hoja de laurel. Esto una vez que estaba a punto, introduje la carne y rehogué  unos minutos hasta que finalmente vertí un poco de agua y tapé la cazuela. Allí estuvo la pobre más de dos horas a fuego lento. Por suerte la cebolla y los puntitos de las especias le acompañaban en ese baile de burbujas. Esto dicho a si, puede parecer raro, pero si se observa con detenimiento la acción del guiso puede dar lugar a este tipo de impresiones. Llegó el momento de la patata, que la señora sabía a ciencia cierta del éxito del plato. Las corté en rodajas no muy grandes, como en panadera, y dado que la rana estaba en el medio de la especiada charca de caldo y cebolla, dispuse las patatas al rededor de la rana como nenúfares en un estanque. Así con otro minutos la cosa quedó deliciosa.

lunes, 3 de octubre de 2011

The Bread Art in The Kitchen


Artistic video like small tribute to the bread and its advantage once it is “hard bread”. This food, as basic as essential, is the bread of every day.
Author: Miguel Segura

jueves, 30 de junio de 2011

Almuerzo Poético con Relieve al fondo


Almuerzo Poético, otra acciÓN-reacciÓN desde este mayo... Del Café Poético que tiene lugar en la Fuente de Mayo (dorada?), cada día a partir de las 4 de la tarde... Con su butaca de lectura, ... sus palabras se escuchan también por el viandante, que inesperado es sorprendido por la innusual acción poética. Hace unos días escuché en la Radio, que al Sr. Borges le gustaba sobremanera que le leyeran cuando se quedó ciego. También escuché decir en el mismo programa, algo que si se hace memoria, es fácil recordar muchas estampas en la historia en la que unos leen a otros. Estos, escuchan agradecidos y quien lee se siente reconfortado por ello. De una plaza o plazuela con una fuente, a la plaza-jardín parque del Poniente no hay nada. A lo sumo unos cuantos metros, distancia, que se me antoja insuficiente para no llevar la poesía y la lectura de la misma a estos bellos y queridos JARDINES del PONIENTE. Sobretodo que en la propia siniergia poética de esta convocatoria, está la Librería Relieve y el librero de viejo que seguro que, como suele ser habitual en él, abrirá la puerta de par en par a aquel que quiera entrar.

Así en resumen, este I Almuerzo Poético en los Jardines del Poniente, entre la Fuente-Estanque con los barcos de papel y la poesía de Jorge Guillén y la fachada principal de la Vieja Librería Relieve, dará comienzo DM, el domingo 3 de julio a partír de las 11:30 minutos de la mañana. Invitados quedan.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Última Sopa de Ajo


Que mejor que despedir el año, con una sopa de ajo. Esta comida reconstituyente en los días fríos, me ha salido un poco más bravita que de constumbre. Acostumbro a medir mi rasera pizca de pimentón, en 'okal' de la Vera, como rojo elemento. Hoy he destapado el frasco, más bien latita, de las esencias pimentoneras de Aldeanueva del Camino, que me regalara un amigo autóctono, todo queda en Cáceres o lo que viene a ser media Extremadura. Abrí la latita con la punta de atrás del cuchillo que corta el pan y el ajo, y en algo más de un tercio del rojo, le añadí al pan ya rehogado en aceite. Las otras tres partes, del que acostumbro de la Vera y del año. Bravitas, pues le adorna un estandarte al escudo del Arcángel una escueta leyenda: 'pimentón picante'. Cierto es decir, que aunque bravas, están exquisitas. Sopas de Ajo, que como decía mi abuela –reviven a un muerto–. He de apuntar, también que, aunque las he tomado para comer, sobran y, sobran las palabras decir, que no hay mejor comienzo de Año Nuevo que un plato caliente exquisito como este.

lunes, 8 de noviembre de 2010

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Pollo, en trozos al horno

Cuando el supermercado de al lado de tu casa pasas por la sección de las bandejas de carnes, refrigeradas y bien iluminadas, ves que van del rojo al blanco en una escala gradual de colores y precios. Rojos de buey o ternera o vaca o añojo, hasta los más claros y menos caros del pollo. Pollo en bandejas. Si quieres algo rápido y que no sea difícil de preparar, eliges las pechugas. Lo más seco y caro del pollo. Los huesos son sinónimo de más barato y jugoso. Que se lo pregunten a mis hijos y al rabo de buey o toro. Si una cosa es tres veces más caro que otra con hueso, de inmediato, la elección pasa de la bandeja al bicho entero y sin plumas. Un pollo entero. Se afila el cuchillo y se despieza el pollo troceándolo. Se sacan las pechugas y se ponen a parte. Lo que costarían las dos pechugas, son las causantes de que podamos degustar gratis este esquisito plato que haremos con el resto.

Se ponen los trozos sobre la bandeja del horno a 180º untada un poco de aceite. En cazo aparte pondremos agua a hervir con una pastilla de caldo natural. Una vez disuelta y caliente en los primeros momentos se rocían las piezas. Como en cualquier asado es primordial añadir agua para evitar que se seque la carne. En sartén aparte, se fríen cuatro dientes de ajo bien picaditos. Al dorarse se le añadirán unos pocos champiñones en láminas y la carne roja de un pimiento. Se le añade una cucharadita de harina y se rehoga con un poco de agua. Finalmente se esparce en el horno sobre los trozos de pollo, remojando unos diez minutos más. Suculentos trozos de pollo, con champiñón, pimiento, caldo y ajo.